La presentación de este caso
institucional nos enseña cómo al hacer lugar a la palabra del adolescente sin
ningún preconcepto en cuanto a lo que se deberá tratar, el sujeto puede
encontrar una salida singular a través de sus creaciones. Este caso ilustra lo
que considero que es la apuesta que debemos sostener en el encuentro con los
adolescentes: lograr que los fenómenos de goce se puedan anudar a lo simbólico
para que puedan ser vivibles. Lo que podría haberse encasillado en un caso de
adicción, fijándola a esta etiqueta, cae. La droga no es lo más importante y
queda totalmente de lado.
Un
cuerpo que condensa goce de más
A los 14 años M siente que su mundo
está conmovido por una serie de acontecimientos inesperados. Surge lo sexual y
lo infantil simbolizado anteriormente no alcanza para ese goce que emerge y se
escapa. El cuerpo, lugar del goce, recibe diferentes marcas en un intento de
extracción de goce. Estas marcas se dirigen al Otro. Si bien esto es vivido
como una crisis de autoridad, en realidad se trata del goce que insiste y de la
impotencia de la autoridad para encausarlo ya que el discurso amo no logra
domesticar el goce de exceso.
Desde su nacimiento su cuerpo, la
imagen de su cuerpo toma un valor singular para la madre. Tal como nos enseña
Lacan en Dos notas sobre el niño, el
cuerpo de la niña es lo que condensa el goce para la madre, marcando los
cuidados como lo que vela el rechazo y la culpabilidad de haberla querido dar
en adopción y que haya nacido con un pie bot.
Presencia
del analista
Las intervenciones justas del
analista abren el camino al inconsciente y a la transferencia. Primero dando la
palabra a lo no dicho: ese “no” que M sostenía y que no podía ser tomado como
palabra por los padres. Luego agarrándose de ese lazo rojo, lazo de libido en
medio de la desvitalización y mortificación de este sujeto.
El analista la acompaña para que
perfeccione el trabajo de darle consistencia a su cuerpo. Esta joven tiene una
idea de por dónde ir en los momentos en que siente que si cuerpo se pierde, que
cae. Por ejemplo se ve cuando le pide a sus padres que la abracen ante el
sentimiento de que el Otro la ha dejado caer. También su decisión de estudiar
“Diseño e indumentaria” le permitirá instalar semblantes para vestir el cuerpo.
El analista con su interés abre el
camino y avala esta forma de tratamiento del cuerpo y de su nombre.
Ante el sentimiento histérico de no
encajar, de ser rechazada, castrada (penis neid) y la hostilidad ante la madre,
el análisis le permitirá que invente una nueva respuesta en donde a partir de
sus creaciones sea distinguida y mantenga su singularidad. Con la ropa diseñada
por ella misma, puede convocar la mirada del Otro sin ser “la renga”, y
encuentra en eso un reconocimiento a su nombre que implica la filiación. Una
vez falicizado su cuerpo empieza a tratar su historia a partir de sus orígenes
y el deseo del Otro.
Un
momento de inflexión, la separación del objeto
Una contingencia bajo transferencia
-encontrarse con otra paciente-, la llevará a las hermanas rivales que le sacan
el lugar y de ahí a poder tratar lo que había sido interpretado por ella del
intento de aborto de su madre.
La justeza del analista al
intervenir diciendo ¿Por qué abortar el
tratamiento? Permite dar en el blanco y así poder separarse del objeto
desecho, caído, abortado. Por eso es que la cura da un giro. Se pregunta por el peso de su palabra, trae
sus producciones –que son tratamientos del cuerpo femenino-, muestra su defensa
ante la sexualidad, sus identificaciones masculinas determinadas por el amor
del padre y el primo muerto, idealizado.
Este tramo de análisis nos ha
enseñado el recorrido de un sujeto a partir de sus determinaciones
significantes: el pret a porter que le construyeron sus padres o los
acontecimientos familiares. El malestar sintomático se alivia a partir de que
puede responsabilizarse de su forma de goce, haciendo con él una transmutación
que va de lo “automutilante” a un goce vivible (sinthome) en el cual
sostenerse. Este trabajo fue posible vía el encuentro con un analista y la
instalación de un lugar que le ha permitido un recorrido lógico. No se trató
tanto de un desciframiento de sentido, sino de cómo encontrar la forma de
arreglárselas con ese goce y obtener un
saber hacer, lo que no es sin la sexuación.
Trabajo presentado en el congreso
de AASM.