domingo, 24 de agosto de 2014

Comentario de Marcela Errecondo del caso (Por fuera del prêt à porter)


 

 

            La presentación de este caso institucional nos enseña cómo al hacer lugar a la palabra del adolescente sin ningún preconcepto en cuanto a lo que se deberá tratar, el sujeto puede encontrar una salida singular a través de sus creaciones. Este caso ilustra lo que considero que es la apuesta que debemos sostener en el encuentro con los adolescentes: lograr que los fenómenos de goce se puedan anudar a lo simbólico para que puedan ser vivibles. Lo que podría haberse encasillado en un caso de adicción, fijándola a esta etiqueta, cae. La droga no es lo más importante y queda totalmente de lado.

 

Un cuerpo que condensa goce de más

            A los 14 años M siente que su mundo está conmovido por una serie de acontecimientos inesperados. Surge lo sexual y lo infantil simbolizado anteriormente no alcanza para ese goce que emerge y se escapa. El cuerpo, lugar del goce, recibe diferentes marcas en un intento de extracción de goce. Estas marcas se dirigen al Otro. Si bien esto es vivido como una crisis de autoridad, en realidad se trata del goce que insiste y de la impotencia de la autoridad para encausarlo ya que el discurso amo no logra domesticar el goce de exceso.

            Desde su nacimiento su cuerpo, la imagen de su cuerpo toma un valor singular para la madre. Tal como nos enseña Lacan en Dos notas sobre el niño, el cuerpo de la niña es lo que condensa el goce para la madre, marcando los cuidados como lo que vela el rechazo y la culpabilidad de haberla querido dar en adopción y que haya nacido con un pie bot.

 

Presencia del analista

            Las intervenciones justas del analista abren el camino al inconsciente y a la transferencia. Primero dando la palabra a lo no dicho: ese “no” que M sostenía y que no podía ser tomado como palabra por los padres. Luego agarrándose de ese lazo rojo, lazo de libido en medio de la desvitalización y mortificación de este sujeto.

            El analista la acompaña para que perfeccione el trabajo de darle consistencia a su cuerpo. Esta joven tiene una idea de por dónde ir en los momentos en que siente que si cuerpo se pierde, que cae. Por ejemplo se ve cuando le pide a sus padres que la abracen ante el sentimiento de que el Otro la ha dejado caer. También su decisión de estudiar “Diseño e indumentaria” le permitirá instalar semblantes para vestir el cuerpo.

            El analista con su interés abre el camino y avala esta forma de tratamiento del cuerpo y de su nombre.

            Ante el sentimiento histérico de no encajar, de ser rechazada, castrada (penis neid) y la hostilidad ante la madre, el análisis le permitirá que invente una nueva respuesta en donde a partir de sus creaciones sea distinguida y mantenga su singularidad. Con la ropa diseñada por ella misma, puede convocar la mirada del Otro sin ser “la renga”, y encuentra en eso un reconocimiento a su nombre que implica la filiación. Una vez falicizado su cuerpo empieza a tratar su historia a partir de sus orígenes y el deseo del Otro.

 

Un momento de inflexión, la separación del objeto

            Una contingencia bajo transferencia -encontrarse con otra paciente-, la llevará a las hermanas rivales que le sacan el lugar y de ahí a poder tratar lo que había sido interpretado por ella del intento de aborto de su madre.

            La justeza del analista al intervenir diciendo ¿Por qué abortar el tratamiento? Permite dar en el blanco y así poder separarse del objeto desecho, caído, abortado. Por eso es que la cura da un giro.  Se pregunta por el peso de su palabra, trae sus producciones –que son tratamientos del cuerpo femenino-, muestra su defensa ante la sexualidad, sus identificaciones masculinas determinadas por el amor del padre y el primo muerto, idealizado.

 

            Este tramo de análisis nos ha enseñado el recorrido de un sujeto a partir de sus determinaciones significantes: el pret a porter que le construyeron sus padres o los acontecimientos familiares. El malestar sintomático se alivia a partir de que puede responsabilizarse de su forma de goce, haciendo con él una transmutación que va de lo “automutilante” a un goce vivible (sinthome) en el cual sostenerse. Este trabajo fue posible vía el encuentro con un analista y la instalación de un lugar que le ha permitido un recorrido lógico. No se trató tanto de un desciframiento de sentido, sino de cómo encontrar la forma de arreglárselas con ese goce y obtener  un saber hacer, lo que no es sin la sexuación.

 

Trabajo presentado en el congreso de AASM.