Marcela Errecondo Texto presentado en
el Congreso de la AMP 2012
El
orden simbólico ya no es mas lo que era dice el título de nuestro Congreso, ¿será
esta una de las razones por las que el autismo ha aumentado tanto en los
últimos años? Las estadísticas de las evaluaciones con su incremento asustan, nos dicen que a
este ritmo en 10 años, un niño cada 50 será
autista. Cuando operamos en el
autismo no podemos pensar en operar a partir de lo simbólico. En el trabajo que
presentamos proponemos una operación sobre lo real a partir de una realización
absolutamente por fuera del sentido pero ofreciendo un mínimo de semblante, se
trata de un simbólico realizado. Que el niño esté en lo real no impide la
acción de lo simbólico.
Gerardo
tiene 12 años, ha perdido el uso de la palabra en los primeros años de su vida,
sólo aparecen gritos estridentes en ciertos momentos de desesperación. Presenta
el aspecto de un gato salvaje, en cuatro patas, manipulando en sus manos
ciertas basuras, hilos, papeles que lleva a su boca de cuando en cuando. Rara
vez está erguido, para desplazarse lo hace a ras del piso sin mirar a nadie. La
institución anterior partidaria de las TCC, lo encerraba en una habitación
oscura cuando tenía estas basuras y cuando las dejaba le daba un ‘bonobon’. Su
vida se había puesto en peligro al querer agarrar un papel brilloso en medio de
la calle. Ante
el intento de sacarle las basuras grita, pega manotazos y patadas.
Nosotros
observamos que está agachado en lugares precisos de la casa, que hace un circuito haciendo marcas con saliva
utilizando una cinta de su fabricación en un movimiento constante que va de la boca al piso
para dejar así un rastro de saliva.
Esta
tira está hecha siempre de la misma forma a partir de una bolsita de plástico
que no le es indiferente al otro porque suscita su reacción. Agreguemos que la bolsa sólo es utilizada si
es vaciada por él mismo, no la utiliza si alguien le trae una bolsa vacía. La
lógica fundamental de la operación es un trabajo de extracción, verdadera construcción
topológica a partir de la extracción de
un centro y confección en espiral alrededor de ese centro de una cinta[1].
Esta tirita la sostiene entre sus manos con los brazos abiertos a los costados
del cuerpo y la boca, es decir que queda atravesando su cuerpo casi
constantemente, cuando no se dedica a dejar sus marcas.
Nuestra
estrategia fue considerar la función de esta tirita en el trabajo, agregando que
cuando quisiera una determinada bolsa tenía
que pedirla (un forzamiento suave). El pedido era sancionado como tal por
el otro, lo que implicaba variaciones: para algunos era una inclinación de
cabeza, para otro era la mano extendida, para aquél era el momento en que le
daba la llave de la alacena, etc. Tiempo después empezó a caminar en forma
erguida, miraba a los ojos para efectuar su pedido y a veces producía
movimientos con la boca que luego fueron acompañados de fonemas apenas
perceptibles. Si “marcaba” un lugar o el cuerpo había efectos: en el baño podía
orinar parado y apretar el botón, en la mesa no comía desaforadamente, en el taller
podía dejar su tirita y buscarla al terminar, incluir la tirita en el juego con
otros. En el taller escuela, cuando el adulto le pide que pase a escribir su
nombre, él se levanta y traza una línea que tiene la misma disposición en el
espacio que la tirita que sostiene. En otra ocasión se hace un dibujo de un
nene y se dice que es Gerardo, él se levanta y le dibuja el trazo que atraviesa
la figura humana, lo cual fue leído como la confirmación de su nombre: Gerardo
no es sin la tirita.
El
hecho de haber confiado en la operación que Gerardo llevaba adelante, le
permitió ampliar su construcción y nos enseñó como a pesar de que no disponía
de la palabra, presentaba una articulación de significantes reales que aparejó
a su cuerpo para hacer existir un ‘casi-agujero’ con un ‘borde portátil’. Este
montaje de ciertos circuitos mas la tirita, es utilizado como un órgano de más
que viene a ocupar el lugar del órgano del lenguaje que convendría para
arreglárselas con el acontecimiento de cuerpo, al principio un trabajo
solitario que una vez que ha tenido efectos permite una ‘suerte de lazo social’,
en realidad le permite deslizarse en una metonimia.
La posición del analista no tiene nada que ver con las TCC, firmeza y
decisión al mismo tiempo que suavidad, docilidad e invención, se trata de un analizante
decidido, o de un colectivo de personas
que se posicionan estratégicamente a partir del sujeto y no a partir de un
ideal o de un protocolo, que instalan un campo propicio para la operación del
sujeto.
[1]El procedimiento requiere ciertos pasos: 1) en
un lugar central recorta con sus uñas un rectángulo, que luego dividirá en dos
pequeños rectángulos que quedarán unidos por una tira muy fina (2), en donde
produce una pequeña torsión. Luego cada rectángulo es cortado con las uñas en formas de idas y vueltas (3),
quedando así ambos desplegados en una larguísima tirita (4).